Por J. M. Varona “Ché”
Esteban Hernández es un joven y atrevido dibujante cuya labor conocemos, en especial, a través de sus historias cortas publicadas en el fanzine “Usted” (que él gestiona, coordina y financia) que el pasado año estuvo nominado al premio al mejor fanzine por el Salón Internacional del Cómic de Barcelona. También se le conoce por la recopilación “Culpable” de Bang Ediciones.
En esta ocasión, Esteban ha dado un paso más en su atrevimiento al poner en escena un relato largo titulado “Suéter” que ha sido editado, en forma de álbum por la no menos atrevida Editorial Planeta deAgostini que en los últimos tiempos ha publicado, o está a punto de publicar, novedosas historias de autores patrios, gracias al interés y al empuje de Ricardo Esteban –que representa a la citada Editorial-, que piensa que el tebeo español está pasando un buen momento.
“Suéter” es un álbum que ha sido presentado en fecha reciente en la librería especializada Futurama, acto en el que participaron, aparte del autor, Nuria Vera en representación de la librería, el editor Ricardo Esteban, profesionales, medios de comunicación y público aficionado. Nuria dio las gracias a los asistentes y en particular a Esteban y Ricardo por haber lanzado al mercado tan interesante tebeo que animaba a comprar para que así, el autor, se vea en la necesidad de realizar nuevos cómics. Ricardo Esteban siguió para agregar que para él fue una suerte el que cayera en sus manos la obra citada, que en esta ocasión, había sido resuelta con un dibujo más detallado y en color; obra que era portadora de un contenido atrevido y diferente tan interesante que no tenía más remedio que gustar al lector. Por este trabajo y por otros, el editor piensa que el autor de lo presentado será alguien en el mundo del cómic. Esteban Hernández dijo que “el fin último del tebeo -que le acaban de editar-, era comunicar” de acuerdo con lo que él sintió –pura empatía- producto de otras cosas que había leído. En general en su trabajo no tiene referencias; no “fusila” a nadie; en esta obra, lo que quiere presentar es a los enfermos mentales. Este tebeo, para cuya confección se había documentado, iba dirigido a personas que sepan entender el delirio esquizofrénico. Agregó que “para contar historias sirven todas las experiencias; existen los problemas endémicos y los valores endémicos a la hora del amor y la muerte entre otros; todo es cuestión de presentar esos problemas, y no de encontrar la forma de vender más o de vender menos”.
Sobre el particular se ha dicho que:”Suéter es una tragicomedia cotidiana. El protagonista de esta historia hace una voluntaria escala en su personal viaje figurado de recuperación psiquiátrica para hablarnos de lo que pasó regresando hacia su casa en un vagón de metro. Un revisor obsesionado por las dos exigencias que su empresa de subcontratas le plantea para conservar su trabajo (guardar silencio y no perder el tiempo) le hacen enloquecer hasta el punto de convertir esas dos frases hechas en dilemas irresolubles: ¿dónde se guarda el silencio y cómo puede uno encontrar el tiempo que ha ido perdiendo durante los años vividos?. Preguntas que el trastornado revisor cree dirigir a la mismísima Muerte pero con las que en realidad aborda es a Alexis, un ilustre catedrático afectado de gigantismo, embotado y disfrazado de Muerte que regresa a casa desde una fiesta que ha durado demasiado tiempo”.
“Entre otros hechos colaterales del sin dios que genera el revisor en el vagón del metro, nuestro joven protagonista explica con posterioridad, como narrador y testigo de lo que ocurrió en el vagón, hasta que punto él pudo sugestionarse asociando muchas de sus circunstancias indiscriminadamente, y entre otras cosas por qué creyó él que quitarse o ponerse un suéter a rayas, haría cambiar sus peores circunstancias en una quietud y paz duradera”.
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