Hoy vamos a
hablar con el editor Ángel Serrano, cuya editorial, precisamente por pequeña,
arriesga día a día su existencia con un único propósito: publicar los cómics
que realmente quieren ver publicados.
También ha
sido el promotor de “84 ideas” un espacio de encuentro para profesionales del
sector del cómic, tanto presencial como a través del networking.
La siguiente cita de Manchacómic es el 8, 9 y 10 de octubre de 2021 (ver más en www.manchacomic.es)
Háblanos brevemente sobre tu experiencia desde
el cómic.
Soy un lector del cómic
empedernido, empecé con los super humor clásicos. También con los pitufos y la
abeja Maya.
He pasado por diferentes “fases”,
por ejemplo cuando leía 1984, zona 84, CIMOC, TÓTEM, y otras tantas y tantas
revistas del mundo del cómic, que me mostró un nuevo mundo del cómic.
La verdad es que nunca he sido
una gran lector del cómic americano. Sino de cómic español y francobelga.
En el año 2005 abrí zona 84,
una librería especializada en Ciudad Real. Empecé a tener contacto con el mundo
del cómic, muchos de ellos en Madrid, Valencia y Barcelona especialmente. Luego
he descubierto muchos autores de otras partes, muchos de ellos en Castilla la
Mancha.
Entonces, hicimos la primera
reunión de Manchacómic, y además hacemos aportaciones del cómic en las ferias
del libro de diferentes localidades.
Recuerdo que un señor, en la
primera feria del libro que hicimos, se enfadaba porque en las bibliotecas hubiese
cómics, quitando fondos para “libros de verdad”.
Nuestra editorial, Serendipia
y Manchacómic empezaron al mismo tiempo. Organizamos charlas y demás. Y,
aunque los chavales tienen otros intereses, hay que intentarlo y seguir con
ello, cada vez hay más gente que participa. De hecho, y previo al festival
manchacómic, hay 15 días de talleres de cómic para los alumnos de secundaria,
en los museos de pintura ponen esos talleres. El cómic tiene que tener
presencia en los museos.
Con respecto a la editorial Serendipia.
En ella tomamos a autores nóveles y le hacemos un acompañamiento. Roberto, el
autor de Pérez del Pulgar, por ejemplo. Ambos tienen un estilo
francobelga, y no solo les publicamos, sino que les asesoramos. Seguro que
algún día me llamarán diciéndome que les han llamado de Marvel.
Hacemos por último una feria
en Provencio, donde la gente puede llevar su portfolio. En Serendipia tomamos
el cómic como un trabajo, se le paga al autor una “mensualidad” del adelanto
del cómic.
¿Qué tiradas tiene Serendipia?
Unas 1500. Aunque en abril va
a salir una de 10000.
Las librerías se han
convertido en kioskos: las obras se mueven mucho: no da tiempo a que, en una
rotación de dos, tres meses, a lo largo de la cual cambia todo el escaparate,
una obra se comente y por tanto, se pueda vender adecuadamente.
Daros cuenta de que en una
librería le llegan cuarenta o cincuenta cajas de libros cada semana… y no da
tiempo a que lo vean, y en 15 días se ha puesto en devolución gran parte del
contenido de esas cajas. Y el público se ha convertido en gente que llega y
pregunta “¿qué hay de novedad?”, ya no hay gente que le pregunte tan a menudo “¿qué
me recomiendas?” o “¿qué hay bueno?”
¿Cuánta gente nueva entra
en una librería de cómics?
Hay una clientela muy fiel,
pero en la de cómics no tanto. En las ciudades pequeñas, cuesta mucho más que
haya gente joven que se unan al mundillo del cómic. Gracias al manga, ha
entrado una gran cantidad de público nuevo.
En nuestro caso hemos fusionado
la librería normal con la librería de cómic. Y ahora nos abrimos a nueva gente,
que pasa de una parte a la otra dentro de la misma librería.
El mundo profesional del
cómic, ¿Cómo lo ves?
Yo creo que el autor de cómic
debería ser profesional, dedicados exclusivamente a ello. Pero soy consciente
que hasta que no haya 10000-15000 obras vendidas de algo, un autor no puede
pensar en vivir de ello. Y en España esas tiradas no son muy comunes.
Deberíamos abrir más el
mercado en Europa, así las mismas obras darían beneficios en varios países para
el mismo autor. En España hay pocos escritores que pueden vivir de ello.
Otro problema es la piratería,
que es muy común, y hay gente que cree que pagar por una obra literaria o un
cómic es una tontería.
También hay que distinguir que
no es lo mismo hacer una gran ilustración que un cómic, que requiere narración
y, sobre todo, velocidad en el dibujo.
Echo en falta los fanzines,
que los autores jóvenes se acostumbren a trabajar en dos o tres páginas, ya que
así se coge mucha experiencia a la hora de la narrativa gráfica. Repito: dibujar
bien y hacer un cómic no es lo mismo.
¿Qué relación hay entre el
editor y el autor?
Hay un mito de “buenos y
malos”. Trabajar en equipo es complicado, fijaos en los grupos de música. Al
ser todo opinable y subjetivo, cada implicado tiene su versión.
Hay grandes editores. Se puede
discutir entre el editor y los autores, sin que eso suponga una ruptura laboral.
Eso sí, quizás los que trabajan con autores más nóveles son más bien tutores
que editores.
De algunas escuelas o incluso
facultades de bellas artes, los jóvenes salen muy mal orientados, sin saber que
hay una cuestión legal detrás, ni saben trabajar en equipo o hacer una factura.
Eso sí, también hay centros fantásticos, como la escuela de artes de Cuenca.
¿Qué opinas de los
crowdfounding, y de las “editoriales de crowdfounding”?
Me gusta: se llega con ello a
otro público, y se puede crear también una comunidad en torno a un autor. Una
pequeña editorial no puede entrar en una gran distribuidora nacional… el canal
oficial es llevar los ejemplares y, como no lo van a hacer, el crowdfounding es
una opción realista. En los juegos de mesa se ha visto que puede ser la
solución.
Con respecto a las editoriales
de crowdfounding… hay tipos. Algunas hacen verdaderas estafas… y cobran por
imprimir cosas. Por eso el resultado no tiene calidad, y eso hace mucho daño al
mercado, puesto que el que compra y recibe eso… no repite.
¿Has pensado hacer más
Manchacómic… es decir, seguir extendiendo el formato?
Ahora mismo hacemos
Manchacómic en Ciudad Real, en Manzanares (de un día) y en Provencio. Con la
pandemia todo se ha complicado.
Nuestro nuevo proyecto 84
ideas queremos hacerlo en otro lugar. También colaboramos con otros
salones del cómic, tales como Valencia o Úbeda. Nos pasamos exposiciones y
autores. La gente no se da cuenta del dinero que cuesta un salón del cómic, y
nosotros pretendemos hacer una red de salones para hacer proyectos juntos y así
ahorrar ese gasto, por ejemplo nuestro proyecto de la mujer en el cómic.
Lamentablemente hay salones de
cómic que no se dedican mucho al mundo del cómic. Todos los años invitamos a
directores de convenciones de cómic para que esa red de salones se haga
realidad.
Puede que en algún Manchacómic
haya cosas que no sean cómic, pero la idea es que sea cómic sea predominante, y
no una excusa.
Haznos una reflexión
personal.
Me permito ser optimista con
el mundo del cómic. En el 2005 cuando abrimos no había apenas títulos de
pequeñas editoriales españolas independientes, estaban los cuatro o cinco
grandes sellos. Y ahora hay muchos más productos de todo tipo, que se venden mejor
que las obras de las grandes editoriales.
Gracias al mecenazgo están
saliendo muchos talentos que estaban escondidos. Ahora se ven más cómic en
muchos sitios e incluso en las bibliotecas. Espero que los próximos años vayan
a ser muy buenos, con la venta de licencias de obras españolas en otros países,
para que el sector se consolide de una vez por todas. Ojalá sea una cuestión de
tiempo.