UNA POSIBILIDAD ENTRE MIL

Por J. M. Varona “Ché”

“Una posibilidad entre mil” es el título de una novela gráfica editada por Sins Entido que días pasados fue presentada en el salón de actos del Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad MuVIM cuyos autores son Cristina Durán (Valencia 1970) y Miguel Angel Giner Bou (Beneturser 1969). En el acto estuvieron presentes –aparte de los autores- Carlos Ortin de la APIV y la representante de la editora Heloïse Guerrier.

En primer lugar tomó la palabra Carlos que dijo que conocía bien a Cristina y Miguel Angel con los que venía relacionándose desde tiempo atrás en el seno de la APIV, de ahí que desde el primer momento, éstos le pusieran al tanto de la realización de la obra citada que trataba sobre la corta existencia de Laia, una niña con parálisis cerebral de la que los autores eran padres. Agregó que en la medida en que Cristina y Miguel Angel habían estado produciendo las páginas del álbum, se las fueron pasando con el ánimo de que él las corrigiera, cosa que no pudo hacer en ningún momento porque allí no había nada que corregir y si mucho que aprender, al tiempo que descubría, repasando la obra, que el contenido de lo leído y visto, le emocionaba cada vez más; reconocía que se vio atrapado por una historia que, que a medida que iba conociendo, deseaba que no acabara nunca; una historia muy interesante pero contada con naturalidad en la que se explicaba todo lo que tenía que explicarse pero sin recurrir a trucos para impactar.

A continuación habló Heloïse Guerrier de Sins Entido que dijo que conoció el contenido de “Una posibilidad entre mil”, gracias a un concurso que ellos habían convocado y al que se habían presentado unos cien obras, entre ellas la citada que no fue premiada, pero que apartaron por que les gustó mucho, lo que pasado el tiempo, les llevó a ponerse en contacto con los autores con el ánimo de editarla; no solo porque les había gustado–en especial su idea de la vida reconstruida en base a la esperanza- sino por que también se habían emocionado con el contenido de la obra con la que se identificaban; al final se sentían contentos por haber apostado por un relato tan bonito.

Después fue Miguel Angel el que se dirigió a los presentes para decir, que después del trauma inicial, apostaron por la posibilidad –una entre mil-que los especialistas señalaron para que su hija saliera adelante, y que desde el momento en que estuvieron con Laia en el hospital, Cristina y él, tuvieron la evidencia de que aquella era una historia para ser contada, por lo que –animados por los amigos-, no quisieron desaprovechar la ocasión que les proporcionó el concurso convocado por Sins Entido. Él se ocupó del guión y del entintado al alimón con Cristina que es la que realizó el dibujo.

A continuación habló Cristina para agradecer la presencia de tanta gente, añadiendo que se sentía contenta por haber conseguido que el libro que se presentaba hubiese sido una realidad; un libro que contaba una historia que se unía a otras –ubicadas dentro del llamado cómic social-, que como “Arrugas” de Paco Roca y “María y yo” de Miguel Gallardo, ya estaban en el mercado. El álbum era un homenaje a su hija Laia en el que se narraba su experiencia como madre de una niña con problemas, que iban superándose, y que ellos Cristina y Miguel Angel, habían querido relatar en forma de tebeo de la manera más natural posible. En esa tarea habían contado con el apoyo de familiares, amigos y personal sanitario.

Después y como complemento a lo dicho, pudimos ver en pantalla una serie de escenas en las que aparecía Laia: cuando la arreglaban, en su fiesta de cumpleaños, en la guardería, viajando en avión, en busca de su osito, con sus abuelos, primas y otros familiares, con médicos y enfermeras, aplaudiéndose a si misma etc. y al lado, dibujos varios basados en escenas del natural.
La presentación fue todo un éxito, el salón de actos del MuVIM estaba lleno de personas sentadas y también de pie apoyadas en las paredes, y a la hora de firmar, la cola que se formó fue lo suficiente importante para recordarnos a las que se forman en Salones del Cómic importantes. Los de la librería especializada Futurama que colaboraron en el acto, agotaron las existencias –unos doscientos- de los libros llevados allí por ellos.

Sobre el particular, añadir que en estos tiempos en los que a tantos niños se les niega su derecho a venir al mundo –en especial a los discapacitados, esos hijos de un “dios menor”- conmueve comprobar como unos padres no solo no reniegan de la hija que les tocó en suerte, si no que además son capaces de luchar para que su existencia sea depositaria de una vida mejor y más digna rodeada de cariño, sin dejar por ello de sentir felicidad por el hecho de tenerla cerca de ellos.

En esta época en la que no faltan los tebeos que relatan extrañas historias que ocurren en países más extraños todavía y de otros muchos llenos de violencia y sexo, sean bienvenidos estos otros que tal vez por presentar de forma sencilla y creíble la vida misma, son los que están llegando mejor a toda clase de público en el momento presente, incluyendo a gentes, que en su vida habían leído un tebeo.