He de reconocer que jamas lo hubiera imaginado. Juro que lo primero que he hecho cuando he visto la foto es buscarle el truco de Photoshop, no podía creer que junto a ese Paco Roca, inusualmente vestido con traje chaqueta, con el cuello de la camisa abierto despreocupadamente y esa expresión de sinvergüenza estuviera el Príncipe de Asturias in person.
Pero si, esta foto que le he pirateado al bueno de Manuel Bartual (lo siento Manuel, soy un gusano miserable) es real. Y lo que tiene de extraordinario (aparte de hacerme feliz por Paco) es que simboliza de forma gráfica el gran salto que ha dado el cómic español en los últimos años.
Jamas hubiera imaginado que llegaríamos a esto, es mas ya empezaba a pensar que la historieta patria seguiría durante muchos años en las catacumbas. Pero desde que arrancó la propuesta en el Congreso de los Diputados hasta la materialización de los dos primeros premios Nacionales de Cómic se han ido cumpliendo milagrosamente todas las expectativas. Y de repente me encuentro con esta foto tomada en la segunda edición de la entrega del citado premio, con el premiado junto a un chaval simpaticote y altísimo que se parece un montón al Príncipe de Asturias.
Y es que al margen de ideologías propias o ajenas, de monárquicos o antimonárquicos, es justo reconocer que la implicación de este símbolo español representa para nosotros el primer gran paso para la normalización de nuestro arte y su inclusión en el mundo cultural español con mayúsculas. Ha llovido mucho desde aquellos tebeos apaisados (con tiradas brutales), han pasado épocas turbulentas y vaivenes industriales, y aunque los autores españoles seguimos emigrando hacia tierras mas prosperas también es justo reconocer el buen momento de la industria española.
¿Lee Felipe cómics? Pues no lo se, pero a lo mejor empieza a hacerlo a partir de ahora. A lo mejor la gente empieza a pensar que es normal leer cómics a cualquier edad, que hay historietas para cualquier publico y un montón de géneros en donde elegir. A lo mejor podemos aumentar las tiradas de los cómics autóctonos y los profesionales podemos empezar a trabajar en nuestro propio país. Y lo que realmente me impacta es que estos supuestos si pueden empezar a hacerse realidad.
Así pues he de reconocer humildemente que este Premio Nacional de Cómic puede ser de verdad un impulso esperanzador para todos. Que su onda expansiva nos vaya afectando positivamente, mejorando poco a poco el estado de las cosas y ayudando a esta industria a equipararse con otras de otros países.
¿Parezco optimista? Pues si, pero que queréis, es lo que inspira esta foto.
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