O al menos eso parece, pese a haber una sentencia que dice lo contrario.
A lo largo de más de 668 cuadernillos publicados entre 1944 y 1966, el Guerrero del Antifaz defendió la Cristiandad y el buen nombre de España de la perfidia moruna con coraje sin igual. Cuando todo parecía perdido, siempre le quedaba un ardid que le permitía salir victorioso. Pues esa misma habilidad es la que ha ayudado a los herederos de Manuel Gago (el creador del personaje) a ganar su última batalla: recuperar los derechos de su personaje que fueron anulados por una sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia en 2006. En la memoria de los amantes de los tebeos españoles, el pronunciamiento quedó con el ejemplo por excelencia del desprecio de la Justicia hacia los derechos de autor de los autores de tebeos de la España de la Dictadura.
La noticia completa en el artículo de Manuel Cavanilles del Diario Valencia Plaza.
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