José Ortiz, nacido en Cartagena en 1932, fue uno de los grandes maestros del tebeo español por lo que no es extraño que recibiera en vida numerosos premios: El de la Warren al mejor dibujante, el Paparajote de Oro, el Diario de Avisos, los Haxtur en Gijón, el Oso de Oro del Salón Internacional del Tebeo de Madrid; el Gran Premio del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, y el de Asociación Valenciana de Cómic entregado en San Miguel de los Reyes y el último –a título póstumo- el de la AACE a toda una carrera, que se le entregó a su viuda (al tiempo que se premiaba también a Jordi Bayarri y Juan Royo) el 17 de abril del año en curso en el 33 Salón del Cómic de Barcelona.
Ortiz siendo todavía un niño estuvo vinculado a la revista Chicos, que era todo un referente para los dibujantes nacidos en los años 30, a la que los aficionados de la época, podían enviar sus dibujos que “Chicos” seleccionaba en función de la calidad; al chaval que más dibujos se le publicaban en un año se le premiaba. El premio consistía en ilustrar un guión de otro aficionado especializado en esa otra faceta; José Ortiz consiguió el premio “Chicos” con 16 años: Para un muchacho de esa edad ver por fin publicado uno de sus trabajos significaba todo un acontecimiento. A partir de ese momento me lo imagino dándole vueltas a su cabeza pensando en mil proyectos, que le llevaran a la vida profesional; me lo imagino enviando sus viñetas desde su Cartagena natal, a las editoriales que sonaban en aquel instante, entre ellas a la Editorial Maga, fundada por la familia Gago, en donde el asesor artístico era Miguel Quesada –otro fuera de serie- que terminó por apreciar la calidad del trabajo recibido. Los de Maga, aparte de otros ensayos, acabaron por enviarle un primer guión de la obra “El Espía” que resolvió de forma satisfactoria, lo que dio paso a una nueva serie que le asignaron en exclusiva, titulada “El Capitán Don Nadie”. La colaboración se fue consolidando lo que animó a Ortiz a trasladarse a Valencia en 1951, con la idea de conocer personalmente a las gentes de la Editorial Maga, y en especial a Quesada, del que creía que era un señor mayor en lugar de un joven como él del que se hizo amigo; salieron y se relacionaron; una situación que se mantuvo en el tiempo incluso después de formar sus respectivas familias. Por aquel tiempo José Ortiz participó en el alquiler de un estudio en la calle Palleter, que también llegó a ser compartido por Leopoldo Ortiz su hermano, Miguel Quesada, Luis Bermejo, Vicente Ramos, y Leopoldo Sánches que igualmente colaboraron con la Maga.
La relación con Maga se amplió en el tiempo pero José Ortiz necesitaba nuevos horizontes por lo que entró en contacto con Toray y Bruguera, y más tarde, con la Agencia Bardon Art que llevó su trabajo a Italia, Reino Unido y los Estados Unidos. La colaboración con el Reino Unido se mantuvo durante treinta años: su personaje más conocido en aquellas tierras fue Carolina Baker. A principios de los 70 y de la mano de Selecciones Ilustradas de Toutain, realizó la serie “Los mitos del Oeste” para el mercado norteamericano en donde su trabajo se hizo notar en especial en el periodo de colaboración con la Warren Publishing para los que llegó a poner en escena Vampirella, su personaje más conocido. Los de esta editorial tenían a Ortiz en la mayor de las estimas, lo consideraban un profesional muy completo y dijeron de él cosas hermosas y no tuvieron inconveniente en concederle en 1974 ( el Best AllAround Artist) el premio al mejor dibujante. La colaboración de Ortiz con el Reino Unido y con los Estados Unidos -especialmente en el periodo de la Warren- estuvo fuera de lo normal. En esos países, a José, se le consideraba uno más de casa, de ahí que hicieran todo lo posible por llevárselos poniendo a su disposición vivienda y las condiciones que hicieran atractiva la vida, para él y los suyos, en el país de acogida; ellos prefirieron continuar en España. De nuevo apareció Toutain para el que dibujó “Tarzán”, “El hijo de Tarzán” y “El cuervo”.
En los años 80, entra en contacto con Antonio Segura (1947-2012) con el que inicia un periodo de fructífera colaboración que no cesaría hasta el final de sus días, con la puesta en escena de aventuras de personajes emblemáticos como fueron Hombre, Burton y Cyb y Tex Willer. Antonio Segura era un señor muy imaginativo, como bien pudo demostrar en su no muy larga vida, pero con menos idea de cómo desarrollar un guión. La presencia de Ortiz fue fundamental, sobre todo en esa primera etapa de relación con el guionista.
Respondiendo a la llamada de Sergio Bonelli, que no paró hasta conseguir su colaboración, José Ortiz, en los 90, se incorporó al mercado italiano que no abandonaría hasta el final de sus días en 2013. Bonelli puso en sus manos, entre otras, las aventuras de su personaje más querido–que siempre habían dibujado los mejores- llamado Tex Willer , cuyas hazañas hemos podido disfrutar en España gracias a las recientes ediciones en español, de Aleta Ediciones.
José María Varona “Che” Mayo 2015
Fotos de Carlos. Foto 1) Tresancoras, Ulises y Che. Foto 2) Jordi Bayarri, Vicenta Pérez Vda. de J. Ortiz y Juan Royo.--
Fotos de Carlos. Foto 1) Tresancoras, Ulises y Che. Foto 2) Jordi Bayarri, Vicenta Pérez Vda. de J. Ortiz y Juan Royo.--
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