Rescatando a Ramón Marcos

Para presentar un nuevo tebeo, en el Forum de FNAC de Valencia, tuvo lugar un encuentro de una serie de personas vinculadas a El Patito Editorial, con un grupo de aficionados. Para el acto se constituyó una mesa con Pedro Porcel, historiador y crítico de historieta que actuó como moderador, Fausto Isorna editor y Ramón Marcos dibujante del tebeo presentado y cuyo título es “Operación Mascota”, dentro de la serie Silvana, la hija del explorador. Cerca se encontraban Gemma Sesar directora de la Editorial y Jorge Castelli colorista del álbum mostrado.

Fausto Isorna nos dijo que ellos querían hacer libros bien acabados y que lo presentado era una nueva aventura de El Patito que como en todo estaba contra corriente, y que para ello prefería utilizar la palabra tebeo (en lugar de la de cómic), que llegó a conocer a Ramon Marcos gracias a la recomendación de su hermano Primitivo Marcos, dibujante como él, con el que se había embarcado en la puesta en escena de la revista “Golfiño” que en aquel momento estaba a la búsqueda de un dibujante que fuera el adecuado para que la revista adoptara una línea más realista. Lo encontró en la persona de Ramón del que dijo que era un profesional que le iba porque se había inventado a si mismo y por que había evolucionado. Ramón, por aquel tiempo, acabó ideando el personaje de Silvana para la revista, personaje que vio la luz más adelante en otra publicación, por el cierre de “Golfiño”.

Pedro recordó que Ramón en el pasado había dibujado en Cairo, Cimoc y en otras publicaciones, y que había estado apartado del oficio por espacio de casi dieciocho años dedicado a otros menesteres; Pedro le perdió la pista hasta el momento en que de nuevo apareció con Silvana, con un gran dibujo producto de una evolución a la manera de los componentes de un caldo gallego que hierven durante horas hasta quedar en lo que tienen que quedar. Ahora tenía oportunidad de celebrar su resurrección al presentar su último tebeo “Operación Mascota” que se había convertido en una realidad con la ayuda del colorista Jorge Castelli, que según él, había dado sentido cinematográfico a una obra que podíamos incluir entre los tebeos clásicos, que cuenta la historia desarrollada en las selvas de Santaflorida un pequeño país entre Brasil y Argentina; una historia que prometía ser muy normal pero que termina complicándose con la entrada en escena de unos traficantes de animales y un extraño director de cine a los que no le salen las cosas como esperaban, gracias a la decidida intervención de Silvana (hija del intrépido explorador Jorge Baena), y su amiga Miranda. En esta  aventura aparecen nuevos elementos, incluidos unos dinosaurios que no son tales. Es una historia bien contada y bien construida que gustará a los que gustan los tebeos clásicos. Según Marcos lo presentado es un tebeo de toda la vida, realizado al alimón con Castelli con el que el dibujante apenas ha intercambiado opiniones, lo que no ha sido óbice para que hayan acertado. Según Marcos, “Castelli hace el trabajo más ágil con plazos más cortos”.

Ramón Marcos estuvo en “dique seco” lo que le obligó a buscarse las lentejas en otros mundos; estuvo en el teatro hasta que lo rescataron los de El Patito. De la obra presentada hace mención a los dinosaurios que son seres imposibles que han
gustado a todos pero que no podemos tener al lado nuestro como se tiene a un perro o a un gato. A esos dinosaurios –o lo que sean-, les da un nuevo enfoque con la idea de  poner al día el tema y para que de esa forma llegue a la gente sin ningún tipo de obstáculos. Lo que ha hecho es como un resumen de todo lo que ha elaborado hasta ahora, Su intención es que la aventura (como en su día fue la de los egipcios), de estos particulares dinosaurios, hable español. Pide que se haga el boca a boca para que la gente lea lo realizado y así la cosa funcione.

Marcos nos anunció nuevos proyectos que estarán dirigidos a un público adulto.

José María Varona “Che”
Foto: Carlos Ciurana
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