
Bueno, es inminente la próxima aparición en el mercado del ultimo dispositivo de Apple que viene dispuesto a revolucionar los medios de comunicación. Naturalmente estoy hablando del iPad, cuya fecha aproximada de irrupción será el próximo día 12 de Abril en USA.
No es solo que cada nuevo invento de la marca de la manzana arme siempre un gran revuelo entre los usuarios y la prensa, es que este dispositivo en concreto representa mucho mas para la sociedad que lo que las expectativas dejaban ver a simple vista. Ningún otro producto de Apple ha generado mas controversias y comentarios que este. Armados con conocimientos y vicios propios del recién pasado siglo, muchos geeks y aficionados pedían o deseaban un aparato repleto de conexiones y funcionalidades a imagen y semejanza de un ordenador portátil. Pero el iPad es el iPad, no es un tablet cualquiera.
Y es que se les olvidaba la verdadera esencia del espíritu creativo de Apple: La sencillez de uso, la belleza en el diseño y una estimulante experiencia de usuario. Se les olvidaba también que un iPad es un dispositivo final que llenar con contenidos y disfrutarlos, y para ello es preciso sincronizar con un ordenador, pero no a través de cables si no de conexiones Wifi o bluetooth (¿para que se inventaron si no?) que es el futuro de las conexiones. ¿O acaso no hemos deseado eso siempre?
Llegados a este punto, la aparente sencillez del aparato esconde en su interior una autentica bomba de relojería que dinamitara o cambiara para siempre el negocio editorial, musical o multimedia en general. Todos hemos visto en películas de ciencia ficción o un poco avanzadas en tecnología a la gente andando o leyendo en un tablet y hemos pensado que eso era el futuro, pues amigos, el futuro esta aquí y se llama iPad.

¿Que diferencia al iPad de otros tablets o lectores digitales que ya existen en el mercado? Pues en principio el concepto mismo. Los lectores de libros digitales o ebooks habidos hasta la fecha han sido siempre aparatos carísimos con muy pocas prestaciones (poco disco duro, tinta electrónica en blanco y negro, mala conectividad, formatos propietarios etc.), aunque eso si, tenían la baza de la tinta electrónica que aparentemente cansa menos la vista. Pero ¿estaban de verdad estos dispositivos en el siglo veintiuno? Yo sinceramente creo que no. Y quizá por eso nunca se generalizaron, y me temo que ya llegan tarde con los conceptos que todavía barajan.
Hay otros tablets naturalmente, e incluso alguna marca trató de anticiparse al iPad sacando un dispositivo táctil o pequeños noteboocks con precios competitivos. Pero claro, no es lo mismo ni de lejos, entre otras cosas porque sucumbieron a la retórica de la hiperconectividad y los cargaron con sistemas operativos completos y farragosos. Como resultado volvemos a tener problemas de sobre peso y una mediocre experiencia de usuario. ¿Que hay gente que puede preferír esto? Pues perfecto, sobre gustos …
Observen estos datos: 24,28 cm de altura, 18,97 cm de anchura y, atención, 1,34 cm de fondo. Es decir extremadamente delgado, tanto que sorprenderá a muchos cuando se encuentren con el por primera vez. Ademas estamos hablando de un peso total de 680 gramos (modelo Wifi). Saquen ustedes sus cuentas, comparen especificaciones y lleguen a conclusiones. Sean ustedes fans de la marca o no, traten de ser consecuentes.
Así las cosas, y antes de que se me confunda con un vendedor de la marca, quiero llegar al fondo de la cuestión. Si el dispositivo se generaliza masivamente como es de esperar, y lleguen detrás nuevas propuestas de otras marcas y otros precios, nos encontramos ante un nuevo nicho de mercado con visos de generalizarse y de convertirse a medio plazo en el distribuidor de contenidos de ocio e información mas importante de la historia, sin tener en cuenta su utilidad como herramienta de trabajo en muchos sectores que le convertirán, a poco que se empleen a fondo los desarrolladores, en un potentisimo instrumento para muchos campos, desde la educación hasta la medicina.

Y naturalmente esta el mundo editorial, que es el que nos ocupa, y específicamente el cómic digital. Sabemos que grandes rotativos como el NY Times ya han desarrollado aplicaciones especificas para distribuir su periódicos, e incluso dotarlos de funcionalidades de interconectividad y multimedia. La gran baza de la AppStore pondrá al alcance de el usuario final un buen puñado de publicaciones, desde revistas hasta los rotativos mas importantes, incluyendo la aplicación iBookStore para la adquisición de libros que se podrán disfrutar en el propio dispositivo. Pero es que además, sincronizando con la aplicación iTunes podremos incluir nuestros propios libros electrónicos a la biblioteca, con la única cortapisa del formato ePub (que por otra parte es el standard mas generalizado).
Ahora las grandes preguntas: ¿Están las grandes editoriales de cómic preparando ya sus propias aplicaciones o sistemas de distribución de cómics (incluyendo internet) para este tipo de lectores? Pues casi que podría aventurar que al menos las norteamericanas si lo están haciendo. Porque seamos prácticos, este dispositivo si algo tiene es precisamente que es ideal, por formato y capacidad, para la lectura de cómics allá donde se encuentre uno. Entonces… ¿Están las editoriales europeas preparandose para este nuevo sistema de distribución? Pues no lo se, pero las españolas seguro que no, al menos casi nunca lo están (Y si no, por favor que me desmientan y me alegren el día).
Como pueden ustedes imaginar esta novedad traerá consigo un buen puñado de cambios y nuevas oportunidades. Los fetichistas y coleccionistas estarán todo el tiempo refunfuñando (para ellos seguro que todavía coexistirán pequeñas tiradas especiales en papel) sobre las nuevas tecnologías y al tiempo contradiciendose cuando defienden el medioambiente. La editoriales mas conservadoras esperaran para ver hacia donde va la corriente y las mas avezadas ya se estarán moviendo convulsivamente para que no les pille el paso cambiado. Por el camino quedará algunos cadáveres exquisitos, como los intermediarios o las distribuidoras, y por desgracia un buen puñado de tiendas especializadas. Aunque esto ultimo ocurrirá también en otros tantos sectores del mercado en general.
Estos cambios también afectarán al modo en que se plantean por ejemplo los salones de cómic, las exposiciones o los planteamientos editoriales. Los autores tendrán nuevas vías para distribuir su obra (incluso directamente a los lectores) y también una nueva forma de enfocar sus contratos. Las editoriales podrán seguir tirando de distintos hilos hasta que algunos terminen agotandose, pero esta transición permitirá por otra parte amortizar costos. Pero sin lugar a dudas quien saldrá claramente beneficiado será el usuario final, el lector de cómics que podrá ahora llevar consigo toda su colección allá a donde el destino le lleve, en una tableta de apenas un centímetro y algo de grosor y medio kilo de peso.
Ahora si que si podemos ya afirmar que la galaxia Gutenberg ha cumplido su cometido en distribución de cultura y ocio hasta mas allá del siglo veinte. Bien venida sea la era digital.