jueves, 12 de diciembre de 2013

''EL FOTÓGRAFO'': UN CÓMIC SOBRE AFGANISTÁN

En fecha reciente y en la librería “Bartleby” de Valencia, se constituyó una mesa redonda para presentar un libro que lleva por titulo “El Fotógrafo” –que recoge en un solo tomo todo lo publicado hasta la fecha sobre el tema-, en el que se mezclan las fotos de Didier Lefévre, los dibujos de Emmanuel Guibert, que también es el autor del guión, y los colores de Frédéric Lemercier que a su vez, es el responsable de la maquetación. El tomo ha sido editado por Sins Entido. En la mesa estuvieron presentes Ricando Engra de la Asociación Valenciana de Cómic, que actuó como moderador, Mila Font la representante de “Médicos Sin Fronteras”, Miguel Angel Giner Bou miembro de APIV y Vicent Monteagud de RTVV.

Ricardo presentó a sus compañeros de mesa al tiempo que agregaba que la acción de la obra presentada discurría en el Afganistán de 1986 durante la ocupación rusa del país, que relata los inconvenientes padecidos por un grupo de personas organizadas en caravana y vinculadas a “Médicos Sin Fronteras”,-una organización creada hace 40 años por médicos y periodistas-, que van desde Pakistán hasta Afganistán norte con la misión de montar un hospital. Como el país está ocupado, la expedición tiene que recurrir a rutas alternativas –en ocasión poco practicables- y a la noche para poder llegar a su destino. Didier Lefèvre, el fotógrafo contratado por MSF para un reportaje, saca infinidad de fotos en su recorrido, de las que desecha la mayoría, que mantiene a salvo lo que permitirá, pasado el tiempo, la aparición  del tebeo presentado en el que también se incluyen los dibujos de Guibert coloreados por Lemercier. A continuación, todos los componentes de la mesa, hablaron de lo que supuso aquel viaje y de la vida pasada, y futura de Afganistán, un país en donde la esperanza de vida es de solo 46 años, que no mejora, y en donde la existencia es cada vez más complicada.

Mila nos dijo que la presencia de cooperantes en el país no es siempre bien vista  por una parte de la población lo que propició el asesinato, en 2004, de un grupo de compañeros, lo que obligó a los suyos a retirarse hasta 2009 en que volvieron ya con las cosas más calmadas, pero con otra mentalidad que aconsejaba evitar decantarse por alguna de las distintas facciones que operan en la región; un hospital debe ser el hospital de todos en donde se atiende a cualquiera de cualquier bando, pues lo contrario lo convierte en enemigo al que hay que atacar y destruir. En Afganistán la situación de la mujer es muy complicada, incluso a la hora de trasladarla a un hospital si no va acompañada de una doctora; un doctor, por el hecho de ser hombre, no puede ir con ella y atenderla. La escasez de mujeres que ejerzan la medicina es evidente por lo que la mujer de allá tiene que correr muchos riesgos sobre todo a la hora de la maternidad, por ello es muy importante que organizaciones como “Médicos Sin Fronteras” estén presentes en el país; en sus hospitales se atienden partos, también a niños y a todo el mundo; su misión es aliviar la vida de los que allí acuden, procurando no meterse en líos, siendo neutrales, sin ponerse de parte de nadie. En Afganistán hay recelo hacia este tipo de asistencia porque algunos se aprovecharon para sus fines disfrazados de ayuda humanitaria; situaciones como ésta han propiciado que organizaciones como “Médicos Sin Fronteras” hayan tenido dificultades para operar en un territorio que tiene 30 millones de habitantes. Ahora las cosas cambiarán a peor porque las tropas occidentales se van a ir por lo que el futuro no saldrá favorecido, pero por desgracia tendrán que permanecer allí por muchos años, negociando con quien sea, porque el país los necesita; tienen proyectos pendientes. Cuando MSF organizaron la caravana llevaron al fotógrafo, con el tiempo sus fotos dieron origen a un cómic lo que les pareció bien.

Miguel Angel comentó que eso de mezclar fotos y dibujos en un cómic y la forma de narrar no le gustaba, pero que en el caso que nos ocupa está más que justificado porque el resultado ha sido magnífico, hasta genial; las fotos y los dibujos incorporados , relatan perfectamente la realidad del país, incluidos sus costumbres y modos de vida. A Miguel Angel no le interesan los movimientos geopolíticos, si en cambio las historias de la gente, que en el fondo son las historias de las gentes del mundo. A la mujeres no se les permitía salir de casa, si en cambio pueden hacerlo si utilizan el burka, por lo que alguna manera, el uso de esa prenda, significa acceder a una forma de libertad. La mujer permanece mucho tiempo en casa y son las que llevan el “cotarro”de cada día, aunque hay diferencia entre las mujeres de la ciudad y las del campo. Los de Afganistán en cambio ven a las mujeres occidentales de otra forma. Se da el caso curioso que Juliette, que iba al mando de la caravana, era una mujer a la que todos hacían caso. Hubo un momento en que el pueblo afgano aceptó a los talibanes porque eran capaces de imponer orden lo que cambió de alguna forma por sus posturas radicales que no toleran. La población no termina de entender el que vaya gente a ayudarle si no es por un motivo religioso, aun así admiten ser auxiliados y si ven cercana la muerte prefieren ser bien atendidos lo que permitirá prepararse para pasar a una nueva vida en el paraíso.


Vicent cuenta que cubrió la intervención americana en Afganistán un país que lleva 30 años de guerra, un narcoestado dominado por señores de la guerra con fama de inconquistable, en donde fallaron ingleses y rusos y ahora Occidente con los Estados Unidos al frente. Su estancia en la región le permitió mezclarse con la gente de allí para comprobar que son como nosotros, en el fondo con las mismas historias y con los mismos problemas; en ese tiempo se interesó principalmente por el comportamiento cotidiano de la población, con tradiciones culturales muy interesantes, en parte herencia persa. En Afganistán el estatus de las mujeres permanece invariable o acaso haya empeorado; en un tiempo se habló de liberarlas del burka cosa que no ocurrió; ahora están peor; es un país de viudas en donde los veladores de la moral y las buenas costumbres cada vez se inventan más cosas para hacer la vida mas difícil a sus mujeres, como aquella de prohibirles lavar la ropa en público por si alguien puede verles las pantorrillas, o tenderla por si alguien les ve algo más que las muñecas. Entiende que la única ciudad segura es Kabul en donde hay una población joven que puede ser la semilla de un futuro mejor. La época que se retrata en “El Fotógrafo” sigue siendo la misma en el momento actual; hay problemas de droga, de armas y de corrupción; el dinero de la ayuda sale fácilmente en maletines a inflar cuentas en otros países. A pesar de todo no se les puede abandonar a su suerte porque el pueblo afgano nos necesita; hay que mantener los programas de ayuda. Las cosas van a estropearse con la salida de los occidentales, pero allí quedarán gentes con mando real con los que habrá que negociar para continuar con esa ayuda.

José María Varona “Che”
Valencia, diciembre de 2013

Fotografía: Carlos Ciurana.
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